La tarea para pintar el banderín comenzó en enero, en el desarrollo de las actividades de la Campaña Antártica de Verano (CAV) 2023/24 en el rompehielos  ARA Almirante Irízar (Q-5), mientras navegaba hacia el sur, y finalizó en el Nunatak Bertrab, donde se encuentra la Base Belgrano 2 "Centinela de los Confines de la Patria". Para realizar la obra colaboraron la Mayor Claudia Argentina Sampayo y el Teniente Primero Iván David Esquivel, quienes reflejaron los 120 años de historia. En la bandera se aprecia la fauna característica de estas latitudes, como un albatro errante y los pingüinos emperadores que habitan en el sur del mar de Weddell. A la vez, está presente la Corbeta Uruguay que realizó el rescate a los suecos en 1903, con su comandante Julián Irízar; también se observa el esfuerzo del sostén logístico con las imágenes del avión Hércules C-130, el helicóptero Sea King con un chinguillo de carga (así se abastece a las bases), el rompehielos ARA Almirante Irízar y en la Antártida profunda las patrullas de reconocimiento, de rescate SAR y de apoyo a las actividades científicas. 

Con la obra terminada en la base más austral de Argentina, el recorrido siguió por  las bases Orcadas, Esperanza, Carlini, Marambio, San Martín y Petrel, para concluir el desafío de realizar más de 17.000 kilómetros para homenajear a todas las bases permanentes. El recorrido por el continente blanco fue  seguido atentamente por los hinchas de Racing que desde las redes acompañaron cada vez que el gafete de la institución arribaba a una nueva base.

Antes del comienzo del partido distintas familias de hinchas académicos que acudieron temprano al Cilindro pudieron disfrutar de la obra y sacarse fotos con el banderín. También antes de izar la bandera desde el mástil de 60 metros, se realizó una foto institucional de la que participaron el Coronel Fernando Gabriel Estevez, que pudo compartir el momento con su familia, y el Presidente de Racing, Víctor Blanco.

La historia de la presencia argentina en la Antártida se remonta al siglo XIX, cuando exploradores y navegantes argentinos realizaron las primeras expediciones y cartografías del continente. La Base Orcadas, creada el 22 de febrero de 1904, es la más antigua de la Antártida, posicionando a Argentina como la nación con mayor presencia de forma  ininterrumpida. A lo largo del siglo XX, Argentina amplió y consolidó su presencia en la Antártida, creando nuevas bases y refugios, realizando expediciones terrestres, aéreas y marítimas, y participando en cada uno de los proyectos internacionales de investigación científica. Actualmente la Argentina administra trece bases, de las cuales siete son permanentes (operativas todo el año) y seis, temporarias (operativas sólo en verano). De todas las bases argentinas, la Belgrano 2 es la más cercana al Polo Sur, a tan solo 1.300 kilómetros y es la tercera más austral del mundo. Todas son administradas por el Comando Conjunto Antártico, dependiente del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, con el fin de conducir y garantizar el despliegue, sostén logístico y desarrollo de todas las actividades científicas nacionales e internacionales en la Antártida. Argentina es uno de los 12 miembros originales del Tratado Antártico, firmado en 1959, que establece que la Antártida se utiliza exclusivamente para fines pacíficos y que se garantiza la libertad de investigación científica, donde los países que la integran comparten sus conocimientos y recursos para el beneficio común.

La travesía del banderín no es solo un viaje a través de la geografía extrema, sino también una declaración de Racing para destacar la protección de esta zona que alberga el 90% del hielo y el 70% del agua dulce del mundo, siendo clave para estudiar  fenómenos como el cambio climático, la capa de ozono, geología, glaciología, biología. El compromiso del club con la Antártida no es nuevo: ya en 2018 formó parte de la campaña internacional de Greenpeace para la creación de un santuario antártico, y llevó otro banderín al continente blanco pero en el rompehielos Artic Sunrise.