La afirmación resulta tan obvia como ineludible cuando se hace referencia hacia un pasado como el nuestro: Racing Club cuenta en su haber con 118 años de vida de una riquísima historia repleta de gloria. Y como eso ya es sabido, es también irrefutable el hecho de que luego de tantas jornadas a lo largo del tiempo fueron construidas por una larga lista de galería de símbolos que forjaron la identidad del club, desataron el amor de multitudes y le entregaron a nuestra institución la grandeza de la que todavía hoy disfruta. Nuestra historia no empezó ayer y merece ser contada, ya que es fundamental conocer la historia para saber quienes somos y hacia dónde vamos. Por eso, como homenaje respetuoso y como saludo eterno, se los recuerda en las fechas que ya les pertenecen. A los ídolos académicos, simplemente gracias. Ayer, hoy y siempre.

Cuando Rogelio Domínguez, una de las figuras más destacadas de nuestro arco en toda la historia, fue vendido al Real Madrid, nadie sabía cómo reemplazarlo porque su figura había sido determinante para sostener a Racing entre los mejores del país. Y ahí, cuando las dudas asolaban, apareció la categoría de Osvaldo Jorge Negri para traer la solidez que se necesitaba para volver a consagrarse. Nacido el 3 de junio de 1933, esperó con paciencia la oportunidad de mostrarse y no defraudó: aportó solidez y fue parte de la base de un plantel que conoció la gloria a partir de una delantera de lujo comandada por Orestes Omar Corbatta y por Juan José Pizzuti. 

Disputó en total 147 partidos oficiales y fue dos veces campeón: en 1958 y en 1961. En 1958, participó en los 30 compromisos del torneo; y, en el 61 estuvo presente en 27 duelos. Para sus compañeros, en especial para Norberto Anido y para Juan Carlos Mesías, era una garantía porque rara vez se equivocaba en los momentos importantes. Integró uno de los planteles más recordados de la historia de la institución, aquel que salía de memoria cada fin de semana y estaba integrado por el guardameta junto a Anido y Mesias; Blanco, Peano y Sacchi; Corbatta, Pizzuti, Mansilla, Sosa y Belén.

Sus grandes actuaciones lo llevaron a la Selección. Fue convocado varias veces y, además, atajó en el Torneo Sudamericano de 1959 y en la Copa Libertadores del 62. El conjunto nacional se consagró en esa ocasión. Su imagen, con rodilleras y con un buzo bien tradicional, todavía perdura en la memoria académica al igual que los dos trofeos de campeonato que el equipo levantó con él bajo los tres palos en 1958 y 1961. Una vez que dejó la actividad futbolística, se dedicó a trabajar como mecánico dental.

El querido Negri falleció el 5 de abril de 2013, a los 79 años. Es por eso que en esta fecha tan especial en la que se cumple un nuevo aniversario de su partida, la Academia lo recuerda con cariño, respeto y gratitud con que se mantiene presente la memoria de aquellas personas que han hecho historia.