Efemérides

Sued, tricampeón y leyenda

Sábado 21 de Agosto de 2021
Vistió la camiseta por casi una década interrumpida en nuestro club en la que no sólo disputó más de 300 partidos sino que además formó parte del equipo que ganó de manera consecutiva los títulos de Primera División entre 1949 y 1951. indiscutido wing izquierdo y figura racinguista, formó parte del día a día institucional mientras se construía el Cilindro. Fue sin dudas una figura legendaria a la Racing le rinde un merecido homenaje nuevamente.
Sued, tricampeón y leyenda
Nunca está de más el recordar el siguiente detalle que no es para nada menor: Racing Club cuenta en su haber con 118 años de vida de una riquísima historia y un pasado repleto de gloria. Y como eso ya es sabido, es también irrefutable el hecho de que luego de tantas jornadas a lo largo del tiempo fueron construidas por una larga lista de galería de símbolos que forjaron la identidad del club, desataron el amor de multitudes y le entregaron a nuestra institución la grandeza de la que todavía hoy disfruta. Nuestra historia no empezó ayer y merece ser contada, ya que es fundamental conocerla para saber quienes somos y hacia dónde vamos. Por eso, como homenaje respetuoso y como saludo eterno, se recuerda a éstos grandes en las fechas que ya les pertenecen. A los ídolos académicos, simplemente gracias. Ayer, hoy y siempre.

¿Quién fue Ezra Sued? Zurdo imparable, wing fantástico, delantero eficaz, crack de la gambeta, dueño de la banda izquierda, Sued jugó en Racing entre 1943 y 1954 -en 1942 integró la Tercera- y fue uno de los principales protagonistas de la gesta del equipo que se coronó de manera consecutiva en 1949, en 1950 y en 1951. Como si fuera poco, fue testigo de cómo se construyó el Estadio Presidente Perón. “Nos entrenábamos donde ahora está la playa de estacionamiento. Vimos, ladrillo a ladrillo, cómo lo levantaban, hasta que lo inauguraron en 1950”, contó alguna vez acerca de los tiempos iniciales del Cilindro. 

Nacido el 7 de junio de 1923 en el barrio porteño de Once, ese chiquito que ya pintaba para fenómeno se mudó rápidamente a Floresta. Ahí comenzó a mostrar sus credenciales futbolísticas, destacándose en El Progreso y en All Boys. Después, lo de siempre: el destino. No se quedó a esperar una prueba en Ferro y, con 17 años, llegó a la Academia, que se transformaría con los años, como él mismo declaró varias veces, en su segunda casa. Cuando debutó en Primera, no reemplazó a cualquier jugador sino a Enrique García, uno de los máximos emblemas de la institución. La responsabilidad no le pesó y se volvió un integrante indiscutido del ataque. Junto con Juan Carlos Salvini y con Mario Boyé, con Norberto Méndez, Rubén Bravo y con Llamil Simes conformó una delantera que todavía hoy perdura en la memoria colectiva.

Nada más ni nada menos que 308 partidos disputó con la camiseta celeste y blanca. Como si fuera poco, marcó 51 conquistas –sumando giras al exterior y amistosos locales-. Como le tocó una época de brillantes jugadores, donde compitió directamente con Félix Loustau, pudo jugar únicamente seis encuentros con la Selección y convertir dos goles. Admirado por propios y por extraños, siempre sostuvo el perfil bajo sin por eso dejar de ser un símbolo del club. Alcanzó, incluso, a celebrar el medio del siglo del tricampeonato obtenido el 4 de diciembre de 1951 al derrotar a Banfield por 1 a 0 en cancha de San Lorenzo. 

Falleció el 21 de agosto de 2011 a los 88 años. En 2003, había participado como invitado especial de los festejos por el centenario del club. Racing, como debe ser, se pone de pie para sostener viva su memoria una vez más.