Efemérides

Cap, un campeón con sello propio

Martes 14 de Septiembre de 2021
Oriundo de Avellaneda, llegó a la Academia en 1954 junto a otras incorporaciones estre las que se destacó la del legendario Bocha Maschio. Mediocampista central con templanza, sacrificio y buen juego en partes iguales, jugó con nuestra camiseta a lo largo de seis años y pudo consagrarse campeón dentro del equipo que se quedó con el título en el 58. Hoy se conmemora un nuevo aniversario de su partida física y Racing Club lo recuerda con un eterno cariño.
Cap, un campeón con sello propio
Nunca está de más el recordar el siguiente detalle que no es para nada menor: Racing Club cuenta en su haber con 118 años de vida de una riquísima historia y un pasado repleto de gloria. Y como eso ya es sabido, es también irrefutable el hecho de que luego de tantas jornadas a lo largo del tiempo fueron construidas por una larga lista de galería de símbolos que forjaron la identidad del club, desataron el amor de multitudes y le entregaron a nuestra institución la grandeza de la que todavía hoy disfruta. Nuestra historia no empezó ayer y merece ser contada, ya que es fundamental conocerla para saber quienes somos y hacia dónde vamos. Por eso, como homenaje respetuoso y como saludo eterno, se recuerda a éstos grandes en las fechas que ya les pertenecen. A los ídolos académicos, simplemente gracias. Ayer, hoy y siempre.

Vladislao Wenceslao Cap, un esforzado mediocampista central que no estaba en los planes de la última línea de Lanús, se las arregló para poner el pie en el sitio indicado y para dejar a la Academia a tiro del empate. Parado en la zona del círculo central, entendió que había que ir para adelante y convirtió, cuando los suyos perdían por 3 a 1 y quedaba solamente media hora para el final, el segundo tanto. Pedro Manfredini marcó el tercero un rato más tarde y la Academia se adueñó del título. Era el 14 de diciembre de 1958 y el equipo de José Della Torre precisaba tan solo un punto para coronar una campaña en la que había sido mejor que todos gracias al excepcional rendimiento de una delantera inigualable. Ese día, Cap fue campeón por primera y única vez con esta camiseta.

Rubio y de ojos celestes, de familia polaca y húngara, Cap había nacido por Avellaneda el 5 de julio de 1934. Su arranque en el fútbol fue en Arsenal de Lavallol, en 1952, con menos de 18 años. A Quilmes arribó en 1953 y Racing lo compró, junto a Humberto Maschio y a Natalio Sivo, en 1954 por $15.000 para sumarle variantes a la línea de volantes. Sin tanta técnica pero con compromiso de sobra, se destacó a partir del esfuerzo. En el club, jugó hasta 1960 y disputó en total 135 encuentros. La contundencia no fue lo suyo, ya que solamente hizo 3 goles. Lo importante fue que uno valió casi un campeonato. 

Tras su estadía en la Academia, rindió de gran manera en Huracán, en River y en Vélez. También fue convocado varias veces a la Selección y formó parte del plantel que compitió en la Copa América de 1959 y en el Mundial de Chile 1962. Ya como técnico, condujo a Boca, a River, a Chacarita, a Platense, a Independiente, a Ferro y a Liga de Quito. Además, fue uno de los entrenadores que dirigió al conjunto nacional en el Mundial de Alemania 1974. 

Un maldito cáncer de pulmón le quitó la vida el 14 de septiembre de 1982. Y hoy, fecha en la que se conmemora un nuevo aniversario de su muerte, nuestra institución lo recuerda con un abrazo eterno hacia su memoria, que está a la altura de la gloria que Cap supo conseguir al defender los colores de la Academia.