El gol de Oscar Borghetti, en el inicio del partido (2 minutos), le dio a Racing ventaja prematura sobre Boca, que fue sostenida con juego, coraje, organización colectiva y algunos rendimientos individuales en alto nivel hasta el tramo final del partido. En un Polideportivo a tope, el equipo de Damián Sellanes dejaba en claro que había chances firmes de definir la serie semifinal en el tercer juego (en el primero había perdido 3-1). Pero la calidad del rival, un histórico en la disciplina, también influye: el empate a falta de 4 minutos llevaba el desenlace a tiros desde el punto penal (por reglamento, la igualdad no se tomaba en consideración), una situación que estuvo a un minuto de concretarse... El segundo gol de Boca redujo al mínimo el margen de recuperación y, de tal manera, la chance de seguir peleando por un lugar en la final del torneo de Primera de AFA.

No cabe reproche alguno porque Racing, en toda una temporada que recién se regularizó en la segunda mitad del año, tuvo un desempeño destacado, tanto en el certamen de liga como en la Copa de Oro, donde fue protagonista del cotejo por el título. Con un plantel compacto que ya empieza a nutrirse de las divisiones formativas, Racing afrontó un calendario extenso en el que superó ausencias por lesiones (por caso, en este encuentro, volvió a faltar Ariel País, por molestias física, y Lincoln Crespo, quien cumplió una sanción por tarjeta en el primer partido). Pese a eso, siempre estuvo en las instancias de consagración.

Queda, sin dudas, la convicción de que el paso a paso, como viene sucediendo en el futsal -también en el femenino- traerá el éxito deportivo.

La formación inicial fue con Marcos Ferreyra; Alan Miño, Oscatr Borghetti, Diego Appollonio y Rodolfo País. Luego ingresaron Facundo Martínez, Agustín País, Adrián Rescia, Lucas Capogrosso, Marco Lanzillota y Facundo Díaz. No sumaron minutos en cancha Ignacio García ni Camilo Garay.