Tomar una crisis, hasta la más severa, como un desafío para adquirir nuevas habilidades, transformarse y adaptarse sin perder los objetivos que constituyen a una institución. Esto, que suena tan presuntuoso, se traduce de manera sencilla: Racing no se quedó en lamentos frente a las enormes restricciones que impuso la pandemia del coronavirus, cuarentena mediante. 

Porque la imposibilidad, lógica y previsible en un contexto de emergencia sanitaria, de seguir desarrollando los entrenamientos en la forma dio paso a la incorporación de nuevos recursos. Los contactos virtuales, mediante videoconferencias, se convirtió en un mecanismo apto para la transmisión de valores, conocimiento y la comunicación de experiencias. En el campo del fútbol juvenil, semejante bagaje, sobre todo cuando la difusión nace de personas de acreditado recorrido, resulta en pilares para afirmar el crecimiento. 

El último caso fue el de Rodrigo De Paul, que durante 90 minutos -vía Zoom- les contó a los chicos de la Octava División (categoría 2005) detalles de su paso por el Predio Tita y dio consejos sobre el estudio y la formación deportiva. La charla, un ida y vuelta muy rico, contó con la presencia de Diego Milito (secretario técnico), Miguel Gomis (coordinador general de Fútbol Amateur), Juan Fleita (coordinador de Juveniles), Maximiliano Zanello (técnico de la Octava), Dardo Dorrego (ayudante de campo de esa división), Gustavo López (preparador físico) y Darío Palazzo (psicólogo).

Cabe recordar que, previamente, la Séptima división había participado de un encuentro -con la misma plataforma- con Bernardo Romeo (responsable de la estructura general de Juveniles en AFA). Y luego fue el turno de Javier García, arquero del plantel profesional, con 16 arqueros, de Sexta a Novena.