En el Estadio Morumbí, tierra inhóspita; ante el San Pablo de Hernán Crespo que llevaba 12 partidos ganados, cinco empatados y apenas una caída; con la certeza de que la igualdad era un buen resultado para empezar a sellar el acceso a octavos de final, pero que a la vez exponía al equipo a un eventual cruce en octavos ante rival de Brasil (la tendencia indica que al menos seis de los siete clubes de ese país que juegan en esta edición de la Copa Libertadores pueden terminar primeros en su grupo). Todos esos obstáculos superó Racing con su enorme victoria (1-0) ante San Pablo que lo pone en la siguiente fase del máximo torneo de la Conmebol (será primero con un empate ante Rentistas, el próximo martes en el Cilindro). El Primer Grande lo hizo, por supuesto, como aquella vez en 1998, cuando inauguró una victoria argentina -ante Corinthians- en el mítico templo de San Pablo. Y en la noche de este martes, para pasar a liderar el Grupo E, también se transformó en el primer club argentino en vencer a San Pablo, en su casa, por esta competición (Colón lo había hecho en 2018, pero en Copa Sudamericana).

Racing y San Pablo tuvieron una coincidencia: los dos, ante agenda con sobrecarga por partidos definitorios en el ámbito local, recurrieron a formaciones con alta rotación. La preservación del elenco estable tiene un costo admitido, porque si el movimiento de piezas es amplio, el mecanismo colectivo se somete a riesgos por la falta de rodaje conjunto de los elegidos. A Racing, con apenas cuatro protagonistas del 0-0 ante los paulistanos en Avellaneda (Gabriel Arias, Joaquín Novillo, Mauricio Martínez y Maximiliano Lovera), le costó en el inicio, sobre todo a la espalda de Fabricio Domínguez, a quien en el esquema de 5-3-2 elegido por Juan Antonio Pizzi le costaba el retroceso para tomar la posición de lateral derecho, cerca del debutante Imanol Segovia (cumplió sin dramas, como también lo hizo Ignacio Galván). Por allí llegó el centro de Vitor Bueno que punteó Igor Gomes para que Arias, pies mágicos, frustrara el gol local.

Racing se acomodó cuando dividió la pelota, alejó al local de zona de peligro y pudo circular con fluidez, en la secuencia Moren-Rojas-Galván-Lovera por banda izquierda. Un par de avisos de Godoy fueron el prólogo al cabezazo goleador de Novillo, asumido como delantero centro por haber permanecido en el área de San Pablo en la segunda pelota luego de tiro libre ejecutado por Rojas y despejado a corta distancia. 

En la segunda mitad, San Pablo tuvo el monopolio de la bola (la posesión fue de 70-30), pero sin mayor influencia en la zona próxima a Arias, salvo un encuentro entre Dani Alves (ingresó a los 15 minutos y orientó a sus compañeros con distribución) y Shaylon, que derivó en un centro corto complicado para el 1 de la Academia. Racing redujo espacios, no alcanzó a salir de contra, aunque dio ejemplo de cómo proteger su campo con coberturas coordinadas, sin ceder espacios y con capacidad para el juego áereo.

Paso a paso, como enseña la filosofía con aroma a Mostaza, Racing se fue afirmando en búsqueda de sus objetivos. Que siempre están en el máximo nivel competitivo…