Efemérides

La tercera estrella histórica de 1915

Viernes 06 de Enero de 2023
Nuestro equipo logró otró título apoyado en un poder de gol impresionante y extendió así una racha ganadora que no se detendría hasta el mítico heptacampeonato. El 6 de enero de 1916 se consagró campeón en cancha de Independiente tras vencer a San Isidro por 1 a 0. Toda una leyenda que perdura más allá del paso del tiempo.
La tercera estrella histórica de 1915
La afirmación resulta tan obvia como ineludible cuando se hace referencia hacia un pasado como el nuestro: Racing Club cuenta en su haber con 119 años de vida de una riquísima historia repleta de gloria. Y como eso ya es sabido, es también irrefutable el hecho de que luego de tantas jornadas a lo largo del tiempo fueron construidas por una larga lista de galería de símbolos que forjaron la identidad del club, desataron el amor de multitudes y le entregaron a nuestra institución la grandeza de la que todavía hoy disfruta. Nuestra historia no empezó ayer y merece ser contada, ya que es fundamental conocer la historia para saber quienes somos y hacia dónde vamos. Por eso, como homenaje respetuoso y como saludo eterno, se los recuerda en las fechas que ya les pertenecen. A los ídolos académicos, simplemente gracias. Ayer, hoy y siempre.

La alegría no se produjo de casualidad. Desde hacía ya rato que Racing venía ocupándose de ratificar que era el mejor del fútbol argentino. Y en 1915 no dejó escapar la oportunidad de ponerlo nuevamente de manifiesto. Lo hizo gracias al trabajo de un equipo agresivo, valiente y contundente que no perdió a lo largo de todo el certamen. Sin embargo, a diferencia de lo ocurrido años anteriores, San Isidro dio pelea hasta el final y obligó a jugar un partido de desempate. La cita tuvo lugar el 6 de enero de 1916 en la cancha de Independiente y, gracias a un gol de Alberto Marcovecchio, la Academia se impuso por 1 a 0. De esta forma, el cuadro de Avellaneda celebró nuevamente -tal como había hecho en 1913 y en 1914- en la máxima categoría argentina. 

Una campaña sin fisuras. En el cruce de todos contra todos, Racing disputó 24 partidos, de los cuales ganó 22 y empató solamente dos. En total, sumó 46 puntos. Lo más notable del andar celeste y blanco fue la capacidad ofensiva: se convirtieron 96 goles y se recibieron únicamente cinco. Racing brilló en tres de los cuatro clásicos: venció a San Lorenzo por 4 a 1, derrotó a Boca por 6 a 0 y goleó a River por 3 a 0. Ante Independiente, pese a haber caído por 2 a 1, se le dio el duelo por ganado debido a que el rival incluyó indebidamente un futbolista. El máximo artillero fue Alberto Ohaco, con 31 gritos. 

Los protagonistas del plantel que consiguió semejante éxito -en el que están incluidas 15 goleadas impactantes- fueron Syla Arduino; Salvador Presta, Armando Reyes; Ángel Floro Betular, Francisco Olazar, Juan Viazzi, Ricardo Pepe; Zoilo Canaveri, Nicolás Vivaldo, Alberto Ohaco, Alberto Andrés Marcovecchio, Juan Hospital y Juan Perinetti. La gran mayoría continuaría durante todo el famoso ciclo que derivó en el heptacampeonato.

Hoy, a 108 años de la hazaña, todo Racing se pone de pie nuevamente para aplaudir y honrar a sus legendarios campeones. Sus proezas deportivas ayudaron a erigir un estilo y una identidad que perdurarán por siempre como un orgullo mayúsculo para nuestra institución.

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