La lluvia no da tregua a lo largo de los últimos días. Y este miércoles en Avellaneda no hubo excepción a ese panorama que azota desde hace algunos días a distintas zonas de la Provincia de Buenos Aires. Pero más allá de las dificultades que plantea el clima adverso a la hora de poder realizar una rutina de entrenamiento al aire libre, el plantel de Racing Club aprovechó la jornada de actividad matutina para mantenerse activo y mostrarse en movimiento, tras la vuelta al trabajo posterior al descanso que sucedió a la última presentación por el campeonato ante Banfield. Se viene la visita clásica a San Lorenzo, que será el próximo lunes por la tarde, y la Academia ya comenzó a prepararse para ese desafío.  

Teniendo en cuenta entonces las dificultades propias impuestas por el marco climático para poder entrenarse en el campo de juego durante la mañana de hoy, el grupo a cargo de Claudio Úbeda se quedó en el estadio y utilizó las instalaciones del Centro Deportivo para entrenarse bajo techo. Más allá de las diferencias sustanciales tanto de superficie como de dimensiones, el espacio fue aprovechado por los jugadores para llevar a cabo una rutina que constó de diferentes circuito de pases adaptados al espacio, tareas de posesión y reducidos de siete contra siete. 

Todos los académicos estuvieron a la par de las acciones desarrolladas a lo largo de la jornada, con las únicas excepciones de Pillud y de Miranda, que siguen el proceso de recuperación de sus lesiones y se ejercitaron de manera diferenciada, primero en el gimnasio y luego con una sesión de fisioterapia. 

Este jueves en horario matutino habrá una nueva sesión de práctica para el grupo racinguista. El objetivo está puesto en alcanzar la mejor puesta a punto posible de cara al clásico que se viene para el equipo. Y no habrá adversidad climática ni de otro tipo que pueda torcer esa voluntad.